21 consejos para el Alma
1. No Reacción. Te hagan lo que te hagan, te digan lo que te digan, te adulen o te agredan, tú solamente deja fluir y no reacciones. Así cortarás el Karma y el Universo fluirá para tu bien. Él te compensará.
2. Desapego de todas las formas. Porque son temporales, porque no puedes controlar su desaparición, muerte o extinción.
3. Viaja Liviano de equipaje. Es decir no te pongas mochilas en la espalda, ni cargues con pesados lastres. Solo acepta llevar lo indispensable en este viaje.
4. Suelta perdón a todos. No te envenenes el alma. El que se daña eres siempre tu, mientras tanto el mundo sigue girando y tú te enfermas.
5. Enamórate de la vida. De todo lo que el universo contiene, sé un apasionado del hoy de tus mañanas, de tus tardes, de tus noches. Ama tu vida.
6. Cada paso que des, a cada momento, hazlo desde el ser, desde la conciencia, no desde el pensamiento que siempre está condicionado por el ego.
7. Vuélvete “Presencia”. Aquí y ahora. Enfoca tu vida en el momento presente como si no tuvieras pasado, ni memoria, como si no tuvieras futuro.
8. Recuerda que “Morirás”. No un día, no una semana, ni una temporada. Sino para siempre. Tu cuerpo físico morirá. No te aferres.
9. Acepta no saber qué pasará mañana, vuélvete nuevo cada día un nuevo ser. Renuévate como la vida misma. Quítale el polvo a tus pensamientos viejos y recíclalos. Invéntate de nuevo en cada amanecer. ¿Quién dijo que eres el mismo? Todos tus átomos se están modificando permanentemente. Solo son tus ideas las que te hacen creer lo contrario. No seas un hombre viejo en un cuerpo joven.
10. No eres tus pensamientos. Eres ese ser que reside en la intimidad de tu alma, donde eres infinitas posibilidades y versiones de ti mismo. No te limites escogiendo solo una de esas opciones que eres. Sé todas las posibilidades, permanece en un estado de conciencia sin elección.
11. Que el amor sea tu lema, tu estandarte y tu guía. Que sea el punto de partida y el de llegada. Pero que sea sobre todo el camino. Vuélvete el amor, renunciando a las mentiras del ego, y abrazando tu alma.
12. Amigate con tu historia, así curarás tus traumas. Es lo que es. No seas necio, o loco, tratando de modificar algo que ya ES como es.
13. Medita, reza, cuida tus espacios de soledad y de silencio. Vacíate de ti, y llénate de Dios.
14. Aún estás vivo. Aún hay tiempo para disfrutar de este maravilloso mundo, encontrar tu camino y la razón por la que estás aquí. No te quejes, no te lamentes, cae arrodillado dando gracias porque estás vivo.
15. No Pienses con la mente hazlo con el corazón. Detén esa mente que escudriña, analiza, revisa y juzga todo. Esos constantes y repetitivos pensamientos, son más de lo mismo. Desde allí, desde esa lucha interior de tu mente, nada cambiará. Tus pensamientos solo te hacen ruido y entretienen, pero no resolverán ni crearán nada. Usa tu cerebro para cosas puntuales como tu trabajo y aquellas actividades que requieran pensar. El resto del tiempo solo “Sé”.
16. Elige siempre la salud. En tus alimentos, en tus pensamientos, en tus emociones, en tus relaciones, en tu mirada, en tu acciones, en tus palabras, en todo elige ser sano. Naciste sano, no elijas enfermarte.
17. Confía en Dios. Ten fe. No trates de conocer a Dios. Conócete a ti mismo y Dios se revelará en ti.
18. Emprende el mejor viaje que puedas realizar, el viaje de regreso a ti mismo. Ese viaje que es tu mejor aventura y es también tu conquista y tu legado. Eres muy importante. Puede ser que seas solo una gota en el océano, pero sin esa gota el océano está incompleto. Vacío de ti. Dios te ha creado por algo. Averigua el por qué.
19. Ayuda a los otros a encontrar su camino. No hay mejor regalo, no hay mejor amor. El servicio es alegría.
20. Sé feliz en todas las circunstancias de tu vida. Tú no eres tus circunstancias. No te identifiques con tu historia. Regresa a la fuente de la felicidad que es tu alma. Allí vive Dios. En ti.
21. Que tu vida sea un testimonio. Un milagro, un canto de esperanza, un granito de arena, una voz que se sume a la gran sinfonía de la creación.
No vivas en vano. No lo permitas. ¡Despierta! Ilumina el mundo.