La Leyenda del Ave Fénix; símbolo de Resiliencia
El ave fénix es un símbolo de resiliencia, una capacidad que algunas personas tienen para renacer de situaciones adversas y salir adelante.
El ave Fénix es conocido por ser esa criatura que supuestamente renace de sus propias cenizas. El mito, entonces, asocia a esta criatura con la capacidad de resiliencia que muchas personas tienen; esa habilidad para encontrar soluciones a situaciones adversas que les presenta la vida y, al igual que el ave Fénix, renacer de las cenizas que les dejó ese problema.
Es en el Antiguo Egipto donde aparecen los primeros testimonios culturales y religiosos alrededor de esta figura. Es allí donde, a su vez, se da forma a esa imagen que se conoce en la actualidad sobre la resiliencia. Cada detalle, matiz y símbolo que perfila este mito o leyenda ofrece sin duda un buen ejercicio sobre el que reflexionar para entender el proceso de resiliencia y cómo se debe continuar después de una situación adversa.
La Leyenda
El Fénix era un ave maravillosamente bella que vivía en el paraíso, junto con el primer hombre y la primera mujer, a los que seguía a todas partes. Cuando Adán y Eva fueron expulsados, un ángel portador de una espada de fuego fue designado para cuidar las puertas del paraíso e impedir que la pareja pudiera volver al Edén.
Empujado por el amor y la lealtad, el ave Fénix intentó impedir que las puertas se cerraran definitivamente para sus amigos. Entonces, una chispa saltó de la espada del guardián y el hermoso plumaje del ave se encendió, terminando con su vida en una llamarada multicolor.
Quizá como un premio por haber sido la única bestia que se había negado a probar el fruto prohibido, o quizás porque era injusto que un acto de amor terminara en una muerte así, el caso es que todos los ángeles estuvieron de acuerdo en concederle al ave Fénix varios dones, como el de Sanar las heridas de otros seres vivos con sus lágrimas y el de la vida eterna.
Su inmortalidad se manifestaba en su eterna capacidad de volver a la vida resurgiendo de entre sus cenizas.
Según la leyenda, cuando le llegaba la hora de morir, el ave Fénix hacía un nido de especias y hierbas aromáticas y ponía en él un único huevo. Después de empollarlo durante algunos días, una noche, al caer el sol, el Fénix ardía espontáneamente, quemándose por completo y reduciéndose a cenizas.
Gracias al calor de las llamas, se terminaba de empollar el huevo y, al amanecer, el cascarón se rompía, resurgiendo de entre los restos aún humeantes el ave Fénix. No era otra ave, era el mismo Fénix, siempre único y eterno, aunque siempre más joven y fuerte que antes de morir. Siempre más sabio porque tenía, además, la virtud de recordar todo lo aprendido en su vida anterior.
La Leyenda y/o Mito en diversas culturas
El mito del ave Fénix existe en casi todas las culturas ancestrales; Volverlo a intentar tiene su representación arquetípica en esa ave que no se rinde. En casi todas las latitudes es un animal de buen augurio, representando para algunos los cinco dones más virtuosos:
justicia, fiabilidad, coraje, compasión y humildad.
El ave Fénix tiene su representación en china (el Fêng-Huang), la japonesa (el Ho-oo), la rusa ( El Pájaro de Fuego, que inmortalizara musicalmente Stravinsky), la Egipcia (el Benu), la hindú (el Garuda). También se encuentra presente en las culturas de los indios del norte del continente americano (el Yel) y de culturas de América Latina, como los Aztecas, Mayas y Toltecas (el Quetzal). Fue citado por primera vez por Hesíodo en el siglo VIII A.C. y más tarde y con más detalle por el historiador Herodoto.
Nos trae una enseñanza o un aprendizaje que debe pasarse de generación en generación:
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Aprender de los fracasos, volver a intentar lo que no se consiguió, enriquecido por la experiencia, y crecer en la adversidad.
Un mensaje de los ancestros que hoy definiríamos como un elogio a la resiliencia y que, para los estrategas de la guerra, se resume en aquella conocida frase que anuncia que perder en la más cruel de las batallas, pero no morir en ella, solo consigue hacernos más fuertes.
“Hay una etapa de la vida en la que tienes que Renacer… así que levántate y emprende el vuelo…”